A través de un comunicado de prensa señalaron que una de las cuatro fiestas se realizó en la Reserva Isla de los Mástiles y en “simultáneo en grandes embarcaciones de lujo ancladas a escasos metros de la costa. Evento que si bien clandestino, requirió sin duda de una logística anticipada, e incluyó la inadmisible actitud de arrojar fuegos artificiales en una isla que sufrió hace pocos días la quema de una superficie cercana a las 200 hectáreas”, indicaron.
En la misiva indicaron que “la Isla de los Mástiles es tierra fiscal de la provincia de Santa Fe y que la mitad sur de la isla fue cedida por comodato al Municipio de Granadero Baigorria, el cual la designó como Área de Reserva Natural”. Y añadieron: “Durante parte del 2021 y a lo largo de todo el 2022, organizaciones socioambientales de Rosario y la región conformaron junto a la Universidad Nacional de Rosario y el Municipio de Granadero Baigorria una mesa de diálogo que logró constituirse oficialmente como “Comité Multisectorial Isla de los Mástiles”. Sin embargo, y pese a los reiterados pedidos, el municipio no ha establecido un protocolo ni designado los recursos para garantizar la protección efectiva de la reserva”.
En otro del documento las organizaciones ambientalistas señalaron que “es importante mencionar que la mitad norte de la Isla de los Mástiles debería ser administrada por el Municipio de Capitán Bermúdez, quien hasta la fecha brilla por su ausencia en el territorio. Asimismo, cabe destacar que ni La Guardia Rural Los Pumas ni la Prefectura Naval Argentina han sabido desempeñarse ni actuar de oficio. Los Pumas fueron designados por la Ministra de Ambiente y Cambio Climático, Erika Gonnet, oriunda de Granadero Baigorria, para custodiar la isla, incluso se les montó un destacamento abajo del puente Rosario-Victoria, a escasos metros de donde ocurrió la fiesta a la que hicieron caso omiso”.