Cuando llegué el viernes 24 de octubre por la noche a San Juan y Corrientes, Rosario, me encontré con un grupo importante de personas envueltas en banderas, felices de “volver a casa” sabiendo que “era necesario cumplir con el país”.

Salieron de Rosario dos colectivos para Montevideo, uno de ellos venía con compañeros de Córdoba y fue en el que viajamos nosotros. Hasta Gualeguaychú fue todo muy calmo, muchos dormían, otros conversaban por lo bajo. Cuando paramos en la ciudad entrerriana a desayunar, el parador estaba lleno de otros colectivos del Frente Amplio (FA) que también iban a votar. Era increíble ver los micros llenos de banderas, y propagandas.

Continuamos viaje, pero ya estábamos todos despiertos y arranco el mate, y por los últimos asientos apareció una guitarra y la risa se iba ganando espacio. Estábamos demorados en el horario pero lo que estaba sucediendo en el ómnibus hacia que nada importara, el ánimo festivo estuvo en todo momento…

A medida que íbamos llegando, veíamos por las ventanas que a los costados de la ruta los uruguayos esperaban la llegada de aquellos hermanos que volvían una vez más…

Llegamos al Velódromo de Montevideo, lugar donde nos esperaban los compañeros de la comisión de Transporte del Fa, a las 17:30. Al bajar del colectivo estaba los periodistas de Telesur haciendo entrevistas…

El resto del día continuo entre planillas de colectivos que salían hacia los distintos “partidos”, personas que venían a preguntar donde votaban. Gente que iba a y venía…

Al día siguiente nos fuimos a acreditar como prensa al local de campaña del FA. Los compañeros nos llevaron a hacer un recorrido por dos comités de base, donde nos explicaron cómo se trabaja y se milita. De camino vimos como transcurrían las elecciones en las escuelas, en las calles, pasamos por lugares importantes y llenos de historia, de los cuales quiero rescatar una pequeña historia: “un shopping, que antes de ser un mega mercado, fue una cárcel (Punta Carreta Shopping). No fue cualquier cárcel, ahí hubo dos grandes fugas una históricas, una realizada por los anarquistas, a principio del siglo pasado, y la otra por los tupas, durante la última dictadura uruguaya.

Terminamos la recorrida a las 16:30 de la tarde, así que fuimos a ver otros comités y preguntamos en la calle que opinión tenía la gente, como iban las elecciones, que pensaban sobre el plebiscito, que también se realizaba en forma conjunta, sobre la “baja” en la edad de los imputados.

A las seis de la tarde volvimos al FA Central donde hablo Tabaré y luego nos sumamos a los festejos hasta la hora de partir nuevamente hacia Argentina…

Si hay algo que me impactó fue la felicidad que se veía en las calles, la gente estaba contenta por votar, y la mayoría lo hacía envuelta en banderas o con las caras pintadas. Lo increíble fue pensar en que los argentinos, a la hora de votar mayoritariamente se quejan de tener que hacerlo, o lo hacen “porque no queda otra”. Los uruguayos radicados en nuestro país viajaron, algunos, hasta 26 horas para estar en su patria votando, consolidando el futuro.