La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, fue formalmente proclamada candidata por el oficialista Partido de los Trabajadores (PT) para las elecciones de octubre, durante un nuevo Encuentro Nacional partidario, en el que recibió el respaldo del ex mandatario Luiz Inácio Lula Da Silva. De ese modo, concluyeron las especulaciones sobre una probable candidatura del propio Lula, una de las opciones que habría sido analizada por los jefes del PT a raíz de la caída de la imagen de Dilma que se registró en las últimas encuestas.
En su discurso, la mandataria, que buscará su reelección, señaló que el lanzamiento es una "prueba" de confianza mutua entre ella y Lula. "Esta es una prueba contundente de nuestra confianza mutua y de los lazos que nos unieron y nos unen al pueblo brasileño. Fue el compromiso con el pueblo brasileño lo que nos unió", comentó Dilma.
Por su parte, Lula pidió a la militancia y los dirigentes que dejen de "gastar fuerza" pidiendo su regreso y respalden a Rousseff. "Hay que dejar de imaginar que hay otro candidato, porque con eso damos ventaja a nuestros oponentes", remarcó el ex mandatario. También subrayó que la campaña electoral "no será fácil", por lo que resultará necesario "el esfuerzo de todos y la unidad de la militancia" para ganar y dio por hecho que estará "donde el partido lo necesite".
Todo ocurrió en el 14º Encuentro Nacional del PT, realizado en San Pablo, donde estuvieron once de los 37 ministros del gobierno, tres gobernadores, militantes estaduales y representantes de partidos aliados. Antes de que Lula tomara la palabra, el titular del PT y diputado Rui Falcao propuso la candidatura de Dilma y afirmó que para la fuerza "no hay tarea más importante" que conseguir un nuevo mandato. "Otro mandato será mucho mejor que el actual, con nuevos avances y oportunidades, y se implementarán reformas estructurales urgentes y esenciales”, subrayó Falcao en el centro de Convenciones Anhembi, donde lo escuchaban atentamente Lula y Dilma.
La actual mandataria es la principal favorita para las elecciones de octubre, pero desde mediados del año pasado sufrió una fuerte baja en su popularidad. El desgaste de Dilma, impulsado entre otros factores por las protestas contra los exorbitantes gastos para la realización del Mundial de Fútbol, la corrupción y la precariedad de los servicios públicos, llevó a que 20 de los 32 diputados del derechista Partido Republicano (PR) exhortaran públicamente esta semana a que el candidato sea Lula. En ese sentido, Lula disparó una humorada: "No será una campaña fácil. Parecía que el Bayern (de Alemania) iba a ganar al Real Madrid en Munich y parecía que el Chelsea (de Inglaterra) iba a ganar al Atlético de Madrid con facilidad...", partidos que tuvieron resultados inversos.
Duras críticas a la prensa
El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, arremetió ayer contra la prensa de su país, a la que calificó como "el mayor partido de oposición" y defendió con vehemencia a sus correligionarios del Partido de los Trabajadores (PT) que estás presos por delitos de corrupción.
Lula defendió en su discurso a los históricos líderes izquierdistas, como su ex jefe de Gabinete José Dirceu, el ex presidente del PT José Genoino, el ex tesorero Delubio Soares y el ex diputado Joao Paulo Cunha. "La persecución es a nuestro partido", aseveró respecto a sus correligionarios, presos por comandar una red de pago de sobornos a legisladores durante su primer gobierno.
Sobre la prensa, dijo que es "el principal partido de oposición" y consideró que las denuncias de corrupción en Petrobras son "un intento de la élite brasileña de destruir la imagen de la empresa que durante tantos años fue motivo de orgullo para el país".
Tiempo Argentino