Martes, 04 Marzo 2014

Venezuela denunció en Ginebra una "guerra psicológica" de los medios

El canciller venezolano, Elías Jaua, acusó a la prensa de su país y a la internacional de promover "acciones de propaganda y agitación" para mostrar una imagen del país como inmerso en un caos generalizado y una represión indiscriminada

 

Venezuela acusó a los medios de comunicación nacionales e internacionales de "llevar a cabo una guerra psicológica" con el objetivo de derrocar al gobierno democrático de Nicolás Maduro. Ayer, durante una presentación ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, reunido en Ginebra, el ministro de Relaciones Exteriores venezolano, Elías Jaua, denunció que "las acciones de propaganda y agitación de algunas corporaciones comunicacionales privadas nacionales y transnacionales han pretendido hacer ver que en nuestro país hay un caos generalizado, represión indiscriminada y desproporcionada de las autoridades hacia el pueblo".

Según el canciller venezolano –que recordó que el gobierno ha detenido a sus propios agentes para juzgarlos por presunta violación de los Derechos Humanos–, esta "guerra psicológica, que es de naturaleza política e ideológica, pretende justificar la intervención extranjera en los asuntos internos y promover condenas y sanciones injustas". Jaua no lo dijo, pero sus palabras aludían a las demandas de algunos sectores de la derechista Mesa de Unidad Democrática y de pequeños grupos de venezolanos radicados en Estados Unidos que la semana pasada se reunieron frente a la Casa Blanca para pedir una intervención estadounidense.

Las protestas del último mes dejaron un saldo de 18 muertos, decenas de heridos y detenidos, de los cuales aún siguen retenidos 73, según especificó el canciller. De estos, sólo una cuarta parte son estudiantes. Jaua considera que Venezuela ha sido sometida en el último mes a "un asedio continuo que ha logrado situar al país como un Estado violador de los Derechos Humanos". El canciller negó que esta imagen represente la realidad y puso como ejemplo la detención de una treintena de agentes y la convocatoria a la Conferencia Nacional por la Paz, "que fue acogida con beneplácito" por amplios sectores de la sociedad, incluidos dos de los tres gobernadores opositores.

Asimismo, citó los resultados de la Encuesta Nacional de Juventud, de la que se desprende que el 60% de los jóvenes de 15 a 29 años considera que el socialismo es el mejor sistema, frente a un 21% que opta por el capitalismo. "Como vemos, no es cierto que la mayoría de los jóvenes esté en contra del modelo democrático socialista en nuestro país", dijo Jaua. "Estamos seguros de que los valores de la paz se impondrán sobre los estigmas de la violencia. La verdad prevalecerá sobre la mentira, la fraternidad sobre el odio", sentenció el ministro.

Anoche estaba previsto que Jaua se reuniera con el secretario general de la ONU, Ban Ki–moon, quien ayer habló sobre Venezuela durante una rueda de prensa en Ginebra, en la que pidió a Caracas que "escuche" las demandas de la oposición. "Urjo a las autoridades a que escuchen las legítimas aspiraciones de los que protestan", afirmó Ban. A continuación el diplomático instó a la oposición a que se sume al diálogo.

Ban pidió a las autoridades que velen por el respeto a los derechos a la libertad de expresión y de manifestación, pero recriminó a los manifestantes. Deben expresar su descontento "de forma pacífica", les dijo. A todo esto, el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, el único opositor que no aceptó la invitación a dialogar, pidió a la ONU que le ceda su tribuna para hablar sobre la situación del país. «

Timerman advierte

El canciller Héctor Timerman alertó ayer ante las Naciones Unidas sobre el peligro de que los gobiernos elegidos democráticamente sean desestabilizados por demostraciones callejeras, una nueva forma de expresión antidemocrática puesta en juego por las fuerzas del neogolpismo. El canciller habló ante el foro, poco después de que lo hiciera su par venezolano, Elías Jaua, y sus palabras fueron tomadas como un nuevo gesto de apoyo argentino a Venezuela.

"En nuestra región latinoamericana dejamos atrás el clásico golpe cívico–militar, pero nuestras incipientes democracias todavía son objeto de presiones que ponen en riesgo la permanencia de los gobiernos elegidos por las mayorías", señaló Timerman en su discurso ante el segmento de alto nivel de la vigésimo quinta sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, iniciada ayer en Ginebra (Suiza).

Timerman alertó que estos comportamientos "de algunos, de tomar la calle", puede llevar a una "terrible espiral" de presiones contra gobiernos constitucionales que han sido elegidos democráticamente. "No habrá gobierno, sin importar su color político, que no sea vulnerable a las manifestaciones destituyentes del sector que perdió las elecciones presidenciales", sentenció.

 

Tiempo Argentino